He escrito una serie de poemas sobre los arboles, donde vivo, el viento en general es muy fuerte y los pobres arboles parecen poseidos.
Asi que una tarde de inspiracion y fuerte viento, termine escribiendo que los arboles estaban bailando por que esa fue la sensacion que tuve y de ahi en adelante hice varios poemas sobre este tema.. Incluso el viento pareciera cantar y hechizar a los arboles.
Los árboles están hablando
empezaron susurrar,
la brisa fresca los motiva,
se han de zarandear.
Los árboles se mecen
como locos están bailando,
el sonido del viento los sacude
su música los esta alegrando.
Los árboles continúan brincando
se empiezan a menear,
la brisa los esta animando,
no van a parar.
empezaron susurrar,
la brisa fresca los motiva,
se han de zarandear.
Los árboles se mecen
como locos están bailando,
el sonido del viento los sacude
su música los esta alegrando.
Los árboles continúan brincando
se empiezan a menear,
la brisa los esta animando,
no van a parar.
Las puntas de los árboles
están vibrando,
el delirio los hace mover,
en esta danza están ondeando,
no se quieren caer.
El sol se ha puesto,
el viento a los árboles saluda,
ellos le murmuran con fuerza:
“-movámonos, el tiempo apresura”-
El sonido del viento como una orquesta…..
a los árboles alborota y mueve,
de repente se aplacan duermen una siesta,
la clorofila bulle y los remueve.
El trueno decidió amenizar,
al baile su sonido une,
son de merengue han de bailar,
los árboles se reúnen.
El trueno decidió también,
con su sonido ayudar,
los árboles este tono confunden,
pero este nuevo son van a amar.
El cardenal se unió con su canto
el baile ayudar a amenizar,
los árboles se mecen entretanto,
no piensan por ahora parar.
Los pájaros en los árboles se preocupan,
ellos no se quieren mecer,
tanta agitación los preocupa,
al suelo pueden caer.
A los arboles el son de merengue encanta
el baile están acordando,
las ramas pareciera que cantan,
el viento los esta motivando.
Las ramas quieren una guitarra
entran en negociación,
las castañuelas y trompetas,
las ponen en transacción.
Las ramas empiezan a zapatear,
flamenco el viento toca,
se sacuden y empiezan a menear,
como bailaoras en la copa.
están vibrando,
el delirio los hace mover,
en esta danza están ondeando,
no se quieren caer.
El sol se ha puesto,
el viento a los árboles saluda,
ellos le murmuran con fuerza:
“-movámonos, el tiempo apresura”-
El sonido del viento como una orquesta…..
a los árboles alborota y mueve,
de repente se aplacan duermen una siesta,
la clorofila bulle y los remueve.
El trueno decidió amenizar,
al baile su sonido une,
son de merengue han de bailar,
los árboles se reúnen.
El trueno decidió también,
con su sonido ayudar,
los árboles este tono confunden,
pero este nuevo son van a amar.
El cardenal se unió con su canto
el baile ayudar a amenizar,
los árboles se mecen entretanto,
no piensan por ahora parar.
Los pájaros en los árboles se preocupan,
ellos no se quieren mecer,
tanta agitación los preocupa,
al suelo pueden caer.
A los arboles el son de merengue encanta
el baile están acordando,
las ramas pareciera que cantan,
el viento los esta motivando.
Las ramas quieren una guitarra
entran en negociación,
las castañuelas y trompetas,
las ponen en transacción.
Las ramas empiezan a zapatear,
flamenco el viento toca,
se sacuden y empiezan a menear,
como bailaoras en la copa.
Las ramas todas bailan
están enardecidas,
suben , bajan, manotean,
como rumberas enrojecidas.
El viento les da la pauta
están enardecidas,
suben , bajan, manotean,
como rumberas enrojecidas.
El viento les da la pauta
los pasos aceleran,
las ramas se echan para atrás,
se enredan y reverberan.
El viento a tocar empieza,
el sonar a los árboles anima,
el baile apenas comienza,
aquí no termina.
Parecen un oleaje verde,
como una onda del mar,
tienen sonido hipnotizador,
como sirenas sin par.
Las árboles como unas hadas
sus hombros colocan sobre el vecino,
son parejas encantadas,
en pleno mimo.
Las ramas se están entrelazando
las ramas se echan para atrás,
se enredan y reverberan.
El viento a tocar empieza,
el sonar a los árboles anima,
el baile apenas comienza,
aquí no termina.
Parecen un oleaje verde,
como una onda del mar,
tienen sonido hipnotizador,
como sirenas sin par.
Las árboles como unas hadas
sus hombros colocan sobre el vecino,
son parejas encantadas,
en pleno mimo.
Las ramas se están entrelazando
como las manos de un amigo,
parecen novios bailando,
en su primer arrimo.
Las ramas pequeñas como lazos,
del tronco se agarran,
dan sus primeros pasos,
se caen y amarran.
Las ramas medianas se entrometen
parecen novios bailando,
en su primer arrimo.
Las ramas pequeñas como lazos,
del tronco se agarran,
dan sus primeros pasos,
se caen y amarran.
Las ramas medianas se entrometen
el paso no pierden
asombradas se sienten
felices se divierten.
Los árboles están radiantes
sus ramas reverdecen,
el baile los pone brillantes,
ellos se estremecen.
El viento se aplaca
los árboles descansan,
están exhaustos, sin energía,
de tanta danza.
De repente el silencio llega
el viento se ha callado,
se despide anunciando un baile,
con marimbas del Callao.
El torbellino también se despide
ayudara en el próximo zapateo,
con tambores y trompetas,
hasta la luna llena ira al bailoteo.
asombradas se sienten
felices se divierten.
Los árboles están radiantes
sus ramas reverdecen,
el baile los pone brillantes,
ellos se estremecen.
El viento se aplaca
los árboles descansan,
están exhaustos, sin energía,
de tanta danza.
De repente el silencio llega
el viento se ha callado,
se despide anunciando un baile,
con marimbas del Callao.
El torbellino también se despide
ayudara en el próximo zapateo,
con tambores y trompetas,
hasta la luna llena ira al bailoteo.
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